La actividad educativa no tendría sentido si no fuera por sus objetivos respecto de la sociedad en la que se encuentra inserta, lo anterior puede percibirse como obvio; sin embargo, en el operar cotidiano de las escuelas es una obviedad que se está olvidando, ya que se le da más importancia a los objetivos hacia adentro de la educación que a los objetivos hacia afuera, es decir, educamos más para la escuela que para la vida a pesar de que ésta no es la intención del currículum ni de la organización escolar. En el origen de todo programa educativo, de toda normatividad educativa, se encuentra la preocupación por el logro de la función social que se le otorga al sistema educativo, y por tanto a cada escuela, pero siempre resulta difícil precisar lo que se espera de la educación. Algunos de los objetivos que los sistemas educativos pretenden alcanzar son:
- Crear identidad nacional.
- Propiciar la movilidad social.
- Aumentar los niveles de ingreso de quienes pasan por sus aulas.
- Formar a los alumnos en los valores propios de un miembro activo y comprometido con la sociedad en la que vive.
- Formar seres humanos capaces de enfrentar y resolver problemas.
- Mejorar el bienestar de la población y su calidad de vida.
- Mejorar las oportunidades de empleo de sus egresados.
- Formar ciudadanos democráticos.
- Extender la cultura universal.
- Formar personas críticas y creativas.
- Formar personas optas para seguir estudiando.
En el mismo sentido, aunque desde una perspectiva crítica de la función reproductora y legitimadora de la escuela, se le ha atribuido a la misma las siguientes capacidades.
- Inculcar la ideología dominante.
- Lograr la autentificación de las diferencias sociales en una sociedad determinada mediante el argumento de "logro" educativo.
- Seleccionar a quienes podrán proseguir su curso por el sistema educativo y llegar a formar parte de los dominantes, y a quienes serán los dominados.
- Ofrecer la capacitación requerida por el aparato reproductivo a la mano de obra que éste necesita para generar su riqueza.
Ha sido un hecho histórico que los estado nación se han fortalecido a partir de la universalización de sus sistemas educativos. Es cierto también que quienes tienen mayores niveles educativos tienen mayor bienestar y mayores ingresos. También la expansión de los sistemas educativos ha permitido que los hijos más educados tengan mejores puestos que sus padres.
Al igual está completamente entendida, la forma como los recursos educativos se distribuyen en función de la riqueza o pobreza pre-existente, y cómo los sistemas educativos no solo reflejan, si no refuerzan las diferencias entre los sectores y los estratos sociales.
Lo que sucede es que la educación es un hecho social que tiene por definición todos estos resultados. Lo que también es cierto, y muchas veces se olvida en los análisis que se efectúan sobre los mismos, es que la escuela no es la única responsable.
Si el sistema educativo se encuentra ubicado en una realidad histórico-temporal determinada en la falta de crecimiento del empleo, no podrá exigírsele a la escuela que mejore las oportunidades del mismo o que mejore el ingreso de quienes pasaron por ella. De la misma manera si en el sistema político más amplio se atropellan y se reprimen las expresiones y los anhelos de democracia y se restringe la participación ciudadana, difícilmente podrá pedírsele a la escuela que produzca ciudadanos democráticos.
Bibliografía:
Schmelkes, Sylvia, (1995). La calidad educativa mira hacia afuera, en Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas (pp. 17- 30), México, D.F. Secretaría de Educación Pública.
Hola Bianca tu resumen tiene los puntos principales que aborda este titulo, en el comentario me pareció importante que mencionaras las ventajas que tienen los individuos al contar con una educación, ya que estos son los objetivos que tiene la misma.
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